TAMPONES TOXICOS

tampones

TAMPONES TAMPAX

MORTALMENTE TOXICOS


La lista de los productos dañinos para nuestra salud es larga, pero hay una que es completamente ignorada del público, especialmente del público femenino.

Hace cuatro años cuando oí hablar por la primera vez de la mooncup no me tomo ni un minuto para convencerme, y la compre enseguida. Solo saber que era mucho mas ecológico que los tampones y compresas que usualmente compraba, y el echo que tenia una vida de aproximadamente 15 años, me convenció. ¿Que producto se vende hoy en día que tenga una vida tan larga? Actualmente alterno con las compresas reutilisables.

A esa época no tenia ni idea de todos los problemas de salud relacionados con los tampones desechables, a parte el problema ecológico; y cual no fue mi sorpresa en caer sobre este texto.

Los tampones representan un mercado enorme y el secreto comercial esta muy bien guardado por Procter & Gamble, el fabricante de la marca TAMPAX, líder mundial del mercado de los tampones. Muy pocas personas saben que estos tampones echos de "no se sabe muy bien que de súper absorbente" estan empapados de dioxinas.
El cáncer del cuello del útero es el segundo cáncer femenino más común y una mujer muere de este cáncer cada dos minutos en el mundo.
El tampon parece ser una arma de despoblacion altamente rentable y eficaz.

Aquí he traducido un estudio que salió en ingles y que lo dice todo muy claramente. A los que tienen curiosidad espero que tengan también el coraje de leerlo en entero.

Tampones TAMPAX: mortalmente toxicos
Fuente: Tampax Tampons: Toxic Death Sticks by Meghan Telpner
 
Parte I
Belleza química

Apenas de regreso a California después de tres meses de acupuntura intensiva para tratar la inflamación de los intestinos recién diagnosticados, me convertí totalmente a la alimentación orgánica y no procesada. Confiaba en mis frascos, en mis productos de limpieza naturales y en mis ollas y sartenes sin teflón, vivía en un ambiente virtualmente sano y no tóxico. Sin embargo, había una área de mi vida en la que no hice una limpieza a fondo, y se trataba de mis productos de cuidado intimo personal. Pensé en el gabinete de mi cuarto de baño y en la gran cantidad de productos lindamente empaquetados que se alineaban en las estanterías. Ahora pienso que este gabinete se debe sellar permanentemente con una etiqueta : ¡Peligro!

Mi choque inicial no provino de lo que leía en las etiquetas de los componentes. Este horror vino después. Mi sorpresa fue que las etiquetas estaban allí y que yo nunca había pensado en leerlas.
Después de haber sufrido de enfermedades del aparato digestivo durante más de tres años antes de ser diagnosticada, tenía el hábito de leer las etiquetas de todo lo que comía. No sé por qué nunca había pensado en leer las etiquetas de los productos que difundia, inhalaba, aplicaba, absorba. Me sorprendí al saber que mi pasta de dientes contiene los mismos edulcorantes que se encuentran en los productos light y que el alcohol cetílico, el ingrediente principal de mi champú, es un subproducto de la industria del petróleo. Mi acondicionador y mi producto de peinado contienen ambos metilcloroisotiazolinona, un producto irritante bien conocido y que en altas proporciones, puede causar quemaduras químicas. Este fue retirado de la composición de la mayoría de los productos cosméticos excepto aquellos con un contacto limitado con la piel.

Mi costoso tónico para la cara de Kheils, contiene imidazolidinilurea, más conocido como formaldehído. También lo encontré en mi desmaquillante. No se hace ninguna mención de las reacciones químicas que se producen cuando pongo el formaldehído de mi desmaquillante de ojos sobre un algodón blanqueado con cloro para eliminar la trietanolamina que se encuentra en mi mascara (precursor de un carcinógeno conocido, la nitrosamina, que también se encuentra en el gel para afeitar) y que se mezclan formando un halo negro alrededor de mis ojos.

Tan inquietante como sean esas sustancias químicas en estos productos, yo estaba relativamente tranquilizada por el hecho de saber que los iba cambiando con los años. Cuando me encuentro sin un producto, compro uno nuevo, pruebo una nueva marca. Así, durante los últimos meses, he sustituido los productos que utilizaba cotidianamente por productos orgánicos que representan menos riesgos. Sin embargo, el único producto al que me mantuve fiel en los últimos quince años es el que más me preocupa. Ninguno de los componentes está listado en el embalaje de este producto. Este es el producto en el que pensaba lo menos, un producto que compraba por habito, siempre con prisa cuando me hacia falta y que utilizaba en mí parte la más íntima. Este producto es el Tampax.

Durante una investigación muy meticulosa, he descubierto que los productos químicos los más peligrosos son utilizados para fabricarlos y descubrí los efectos horribles y mortales que estos productos tienen para la salud. Me quedé horrorizada al descubrir los peligros que estas sustancias químicas transmitidas por la madre durante el embarazo representan para su bebé.
Por último, me puse a buscar alternativas a los tampones convencionales y encontré algunos que están disponibles y que son seguros para nuestra salud y para el medio ambiente.

PARTE II
Los componentes del Tampax. Menos vemos, menos pensamos

El promedio de las mujeres que tienen un periodo de menstruación de cinco días por mes durante 38 años, utilizara por termino medio unos 11.400 tampones en su vida. Con un promedio de 73 millones de americanas en edad de procrear, el nivel de toxicidad de los tampones de marca no es sólo una preocupación personal, sino un problema que afecta a todas las mujeres que tienen su mesntruación.

Definir la composición exacta y los componentes químicos de tampones TAMPAX es prácticamente imposible. Aunque se utilizen tampones que son utilizados de manera que requiera un contacto prolongado con una de las partes más porosas y las membranas mucosas más absorbentes de nuestra anatomía, estos productos de higiene íntima femenina son clasificados por la FDA (Food and Drog Administration = Administración de Alimentos y Drogas) como un instrumento médico.
Además, los fabricantes no están obligados a cumplir con las mismas normas de etiquetado que se aplican a los alimentos, medicamentos o cosméticos. Todo como las pruebas de toxicidad para alimentos, las pruebas de orden químicas sobre los tampones están hechas por los fabricantes o los investigadores privados cuyas conclusiones se presentan al control de regulación. Los científicos son pagados por los que fabrican y venden los tampones, que estos sean seguros o no. Por lo tanto, es a los consumidores de hacer su propia investigación.

Procter & Gamble, el fabricante de Tampax, quiere mantener la receta secreta de esta sopa química. Dado que las mujeres estadounidenses gastan un promedio de dos mil millones de dólares al año para sus compresas y tampones químicos, la verdad acerca de estos productos químicos y tóxicos no será revelada tan pronto.

Los tampones Tampax, cartuchos mortalmente tóxicos

Originalmente los tampones estaban compuestos a 100% de algodón. Cuando las mujeres comenzaron a quejarse de fugas, los fabricantes aumentaron el poder absorbente del algodón mezclandolo con fibras sintéticas altamente absorbentes, tales como poliéster, poliacrilato, viscosa y celulosa de carboxymehtyl. A principios de los años 80, circularon rumores sobre los tampones cuando 38 mujeres murieron de síndrome del choque tóxico (TTS), una infección bacteriana asociada al uso de tampones súper absorbentes. A continuación de estos acontecimientos, a pesar de que negaban cualquier conexión con las muertes, los fabricantes de tampones cambiaron la composición de sus productos.

Durante las pruebas privadas, se estableció que estos materiales sintéticos atraían a las bacterias que provocaban los TTS. Lo menos nocivo de esta plaga, era una mezcla de viscosa, y es precisamente lo que queda en los tampones clásicos de hoy en día. La mayoría de los tampones son tratados con productos químicos que no tienen lugar en un producto de uso íntimo para las mujeres.

Tampax fabrica sus tampones a partir de una mezcla de viscosa y algodón cultivado de manera convencional. Cerca de 38,1 toneladas de pesticidas son rociados sobre los 14,4 millones de hectáreas de algodón convencional que son cultivados anualmente en los Estados Unidos... Esos productos químicos se encuentran ser unos de los más tóxicos en agricultura y la Agencia de Protección del Medio Ambiente declaro que siete de las 15 sustancias principales utilizadas para la producción del algodón son probablemente cancerígenas para los humanos. El algodón tóxico es un problema, pero ciertamente no es el único.

La viscosa utilizada en Tampax está hecha de pulpa de madera y cientos de productos químicos se utilizan durante el proceso de conversión de esta madera. Es en el cloro utilizado para blanquear la pulpa de madera que se encuentra el mayor peligro. El proceso crea hidrocarburos clorados, un grupo de productos químicos peligrosos, del cual uno de los productos más problemáticos es la dioxina, una de las sustancias más tóxicas conocidas.

En respuesta a las quejas de los consumidores y del gobierno americano en el ámbito de la Ley sobre la salud de las mujeres y la dioxina, seguido de la Ley de la investigación y seguridad de los tampones (protección de las mujeres contra la dioxina y el síndrome de choque tóxico), la industria de los tampones ha cambiado recientemente su método de blanqueo por un método sin cloro. Este método sustituye el cloro gaseoso por el dióxido de cloro, un producto químico que consiste en dos átomos de oxígeno unidos a un átomo de cloro. El dióxido de cloro es reconocido por sus propiedades desinfectantes... y es utilizado para controlar los microorganismos dañinos, incluyendo las bacterias, virus u hongos que están sobre los objetos inanimados así como sobre las superficies.

En 1967, la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente) registró por primera vez la forma líquida de dióxido de cloro que se utiliza como desinfectante. En 1988, la EPA registró el gas de dióxido de cloro como agente esterilizante. El dióxido de cloro mata a los microorganismos ya que perturba el transporte de los nutrientes a través de la pared celular. El dióxido de cloro es mucho menos reactivo con los materiales orgánicos que el blanqueador utilizado anteriormente. En ausencia de cloro puro involucrado, el agente de blanqueamiento CEF debía teóricamente desembocar a un producto libre de dioxina. Esto sin embargo no es el caso. Los estudios han demostrado que la producción de dióxido de cloro no produce un producto tan puro como lo afirman los fabricantes. La mayoría están contaminados con una cierta cantidad de cloro gaseoso. Además, durante la producción comercial de estos productos, las reacciones químicas que tienen lugar durante el proceso de blanqueo liberan átomos de cloro gaseoso a partir de ciertas de las moléculas de dióxido de cloro. Esto aumenta la carga de cloro gaseoso en el proceso de blanqueo, liberando de esta manera la dioxina. Básicamente, el nuevo método de blanqueo disminuye la cantidad de dioxinas creadas, pero no las elimina por completo.

Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente, no existe ninguna verdadera protección contra la exposición a la dioxina. La FDA ha reconocido que el dióxido de cloro, aunque sea sin cloro gaseoso, todavía puede generar dioxinas en niveles extremadamente bajos. Una formulación muy hábil en la pagina web de la FDA indica que ciertos procesos de blanqueo sin cloro gaseoso pueden teóricamente generar dioxinas a niveles extremadamente bajos y que "trazas" de dioxina pueden ser detectadas en la pasta utilizada para la fabricación de los tampones.

Dado que la dioxina es cumulativa y lenta en desintegrarse, el verdadero peligro viene del contacto repetido. Creo que es prudente considerar que la exposición durante 5 días al mes, 12 meses al año, durante casi 40 años, es un contacto repetido.

¿Que es la dioxina?

La dioxina es un término usado para describir un grupo de cientas de sustancias químicas muy persistentes y muy tóxicas que se acumulan en el medio ambiente y en nuestros cuerpos. Esta toxina es un subproducto muy peligroso de una gran cantidad de diferentes procesos industriales que implican cloro, incluyendo la incineración de residuos, la fabricación de pesticidas químicos y el blanqueo del papel y de la pasta de papel (lo que incluye las materias primas utilizadas en el tampón estándar).

La dioxina es un compuesto organoclorado y es producida por una combinación de cloro y productos químicos orgánicos. Como principal componente tóxico del Agente Naranja, se considera como "la sustancia más letal conocida por la humanidad", donde "literalmente una cucharada [ de dioxina ] podría matar todo el mundo sobre el planeta".

La dioxina es un contaminante orgánico persistente (COP) que se acumula en el cuerpo. Nuestra exposición se extiende más allá del contacto mensual con el tampón. Encontramos esta sustancia química en los alimentos que comemos. Los niveles de acumulación aumentan a medida que montamos la cadena alimentaria hasta nuestros propios cuerpos.

Además de los niveles de dioxinas en el medio ambiente y el aprovisionamiento de alimentos, los tampones no son los únicos productos de higiene que contribuyen a la aportación de dioxinas en el cuerpo. Procesos de producción similares se utilizan en los pañales, compresas y papel higiénico, hisopos de algodón, algodón para desmaquillar, pañuelos... Utilizamos estos productos alrededor de los ojos, de los oídos, para limpiar la boca, la nariz y las partes más delicadas.

Y como si el algodón empapado de dioxina y de pesticidas no fuera suficiente, el tampón también contiene muchas sustancias químicas adicionales que incluyen amplificadores de absorción, fragancias sintéticas y desodorantes. Sin embargo, la presencia de dioxina es el más preocupante, porque es la que más afecta al cuerpo humano.

Los efectos de los tampones Tampax sobre la salud

El riesgo en relación con las dioxinas no sólo depende de la cantidad, pero del simple hecho de su presencia. Los "efectos sutiles sobre la reproducción y la salud se producen a dosis suficientemente bajas para que los efectos no sean visibles de manera flagrante y que así se asienten lentamente de manera insidiosa en las poblaciones. La dioxina se acumula en los seres humanos, sobre todo en el tejido adiposo femenino y en la leche materna. El principal medio de eliminación es a través la leche materna o el placenta. Por lo tanto, comienza a acumularse en el cuerpo del feto y más tarde en la del niño. Los niños y los fetos corren el mayor riesgo cuando sus sistemas nervioso e inmunológico todavía se están desarrollando. Esta toxina persistente se extendie no sólo a través las diferentes poblaciones, pero también de forma generacional.

Decenas de enfermedades y afecciones están relacionadas con la acumulación de dioxinas en el cuerpo. Se pueden agrupar en tres categorías: los que hacen intervenir las enzimas, los factores de crecimiento y las hormonas.

Un informe reciente de la Agencia de Protección del Medio Ambiente confirmó que la dioxina es "cancerígena para los humanos" y ese producto químico cancerígeno esta en contacto directo con nuestros órganos internos y nuestras zonas altamente sensibles. Estudios realizados en Suecia han establecido un vínculo entre los tampones que contienen dioxina y un aumento de los cánceres del aparato genital femenino. A través de la activación del receptor Ah, la dioxina provoca una amplia gama de respuestas biológicas que se consideran importantes para el proceso de carcinogénesis, incluyendo los cambios en la expresión génica, la alteración del metabolismo, del crecimiento y la diferenciación celular, así como la interrupción de las hormonas esteroides y de los factores de crecimiento. Estos cambios están provocando respuestas inmunotóxicas, teratogénicos y carcinogénicos.

Los tampones se colocan contra los tejidos adiposos húmedos durante largos períodos de tiempo creando un ambiente ideal para la absorción de los productos químicos. La dioxina actúa como un disruptor endocrino... Las variaciones de los niveles hormonales y de los receptores conduce a la homeostasis que debería ser la red de mecanismos de contra-reacción del cuerpo para mantener el equilibrio de estas hormonas. Una de las enfermedades más directamente relacionadas con el efecto de la alteración endocrina de dioxinas emitidas por los tampones es la endometriosis, una enfermedad en la que las células del endometrio de la mucosa crecen inapropiadamente fuera de la útero.

Crecen en los ovarios, fuera del útero o de las trompas de Falopio o en otros lugares como en la cavidad abdominal. La dioxina actúa sobre una enzima que aumenta los niveles de estrógeno y sus efectos sobre de endometrio. El crecimiento incontrolado de la endometriosis puede causar problemas intestinales ya que ahoga los movimientos naturales del intestino. También se ha relacionado con problemas de reproducción y de infertilidad haciendo la impregnación imposible. Además del cáncer y la endometriosis, las perturbaciones del crecimiento, enzimas y hormonas causadas por la exposición a dioxinas han sido relacionados con defectos congenitales, con la incapacidad de llevar un embarazo a término, con la disminución de la fertilidad, la reducción del nombre de espermatozoïdes, la diabetes, los trastornos de aprendizaje, la supresión del sistema inmune, los problemas pulmonares, las enfermedades de la piel y con la reduction del nivel de testosterona.

Las fibras sinteticas y sus residuos

La presencia de dioxina no es el único peligro para la salud causados por Tampax. Los tampones producidos para el comercio utilizan fibras de viscosa sintéticas que han sido asociadas a la vez con el choque tóxico y con enfermedades sexualmente transmisibles. Los choques tóxicos pueden comenzar con síntomas gripales tales como náuseas, mareos, fiebre alta, vómitos, y puede progresar hacia una insuficiencia hepática o renal, un choque completo del cuerpo y finalmente la muerte.

Los estudios han demostrado que las fibras sintéticas crean un entorno ideal para el crecimiento de bacterias "Staphylococcus aureus" al origen del síndrome del choque tóxico. Estas características se asignan a tampones con un alto poder de absorción, quienes por lo tanto, dejan detrás de ellos unas cantidades concentradas de proteínas nocivas que esas bacterias necesitan para producir su veneno. Además de aumentar el riesgo del síndrome de choque tóxico, las fibras sintéticas son abrasivas para la pared vaginal que es muy sensible. Los tampones Tampax se insertan profundamente en la vagina con un aplicador y se extienden en longitud. Esto empuja el tampón contra el área cérvico-uterina, depositando fragmentos del tampón en los tejidos del cuello uterino y en la pared vaginal (citrinibaum). Además de los cortes causados por el tampon en sí, el retiro también deja fibras que pueden ser al origen de futuras ulceraciones.

Estas úlceras son causadas por la combinación de las substancias químicas del tampón y por la fricción causada por el retiro. Las substancias químicas del tampón "comen literalmente el tejido vaginal" (citrinibaum). Estas úlceras aumentan el riesgo para una mujer de contraer una enfermedad de transmisión sexual mediante la creación de una puerta de entrada hacia el flujo sanguíneo. Para empeorar las cosas, el algodón genéticamente modificado que se utiliza en los EE.UU. para las producciones comerciales resisten a los efectos de los antibióticos. Por lo tanto, las mujeres que utilizan tampones de algodón OGM pueden no responder tan bien a los antibióticos prescritos para el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.

Con mis propios ojos...

Durante mi investigación, me encontré con documentos que hablaban de las fibras microscópicas y químicas dejadas por el pasaje de los tampones y que son absorbidas directamente por el tejido adiposo y el flujo sanguíneo así como documentos que hablaban de mini- experimentos que se pueden realizar en casa para observar. He intentado hacer yo misma un experimento poniendo un tampón en un vaso de agua durante 6 horas (duración de uso de un tampón) para hacer el constato con mis propios ojos. Cuando quité el tampón del agua, encontré cientos de partículas blancas diminutas similares a hilos fluorescentes suspendidas en el agua, algunos quedaron depositados en el fondo del vaso, otros se pegaban a los bordes.

Dada la cantidad de partículas que eran claramente visibles a simple vista, sólo puedo imaginar el volumen de fibras microscópicas y de productos químicos que están presentes en la vagina y que se integran en el tejido vaginal cada vez que se utiliza un tampón.

Impacto sobre el medio ambiente

Lo que es peligroso para nuestro cuerpo también lo es para el medio ambiente y no se puede considerar uno sin el otro. Los tampones Tampax afectan al medio ambiente, tanto en términos de contaminación química com en términos de desechos. Por ejemplo, los problemas de epidemias debido a la exposición a la dioxina afectan a más de 13 especies de peces en la región de los Grandes Lagos. Estos problemas incluyen el de la infertilidad y el de los defectos de nacimiento, los efectos empeoran en las generaciones siguientes. Además, debido a que las materias primas de Tampax provienen, en parte, del cultivo de algodón convencional, contribuyen directamente a la dispersión de toxinas que son pulverizadas en estos cultivos y así liberadas en el medio ambiente. Por último, los tampones Tampax son simplemente una plaga. De acuerdo con la consultora en materia de residuos Franklin & Associates "6,5 millones de tampones y 13,5 millones de compresas sanitarias, además de sus embalajes, fueron a parar a los vertederos o sistemas de alcantarillado en 1998... Y según el Centro para la Conservación Marina, se recogieron más de 170.000 aplicadores de tampones a lo largo de las zonas costeras de los Estados Unidos entre 1998 y 1999.

Ahora que sé más, puedo hacerlo mejor.

Parte III

Alternativas más seguras. Mucho, mucho más seguras!

Para la industria

Aunque aportar cambios en términos de tampones es difícil para la industria, no es imposible. La voz de los consumidores ha obligado al Senado de EE.UU. a aprobar la legislación en materia de seguridad en el pasado. Mientras que la producción en masa no está lista para parar, hay métodos mucho más seguros de tratamiento.

Volver a tampones echos a 100% de algodón reduciría los riesgos asociados con las fibras sintéticas y existe un proceso de blanqueo sin dioxina disponible para la producción en masa, completamente sin lejía ni componentes de cloro, lo que reduce la dispersión de productos químicos peligrosos en el medio ambiente y de los residuos químicos en el producto en sí. Su metodo de blanqueamiento no produce dioxinas, cloroformo o ácido clorhídrico, lo que reduce la contaminación biológica y química del agua. También utiliza sustancias relativamente inofensivas tales como el oxígeno, el ozono o el peróxido de hidrógeno, lo que reduce significativamente la totalidad de las emisiones tóxicas para el medio ambiente.

Para las utilizadoras

Hay varias opciones muy viables para las mujeres. Estas opciones no son solamente mas seguras para nuestra propia salud, sino también para la salud de nuestro planeta. Las soluciones alternativas están disponibles en venta en línea y en la mayoría de tiendas de alimentos naturales. Estas alternativas entienden el pasaje de los tampones convencionales a los tampones orgánicos, las esponjas marinas naturales, las compresas reutilisables respetuosas del medio ambiente y la copa menstrual.

Los tampones 100% orgánicos

Los tampones 100% orgánicos están hechos de algodón certificado sin GMO. Ellos no contienen colorantes irritantes, perfumes, y no conllevan los riesgos de las fibras sintéticas. Escoger algodón orgánico y sin cloro reduce la cantidad de toxinas peligrosas que son liberadas en el medio ambiente así como la contaminación por pesticidas y productos clorados, y los mantiene al mismo tiempo lejos de nuestros cuerpos.

Estos tampones se utilizan exactamente de la misma manera que los convencionales y tienen diferentes grados de absorción, con o sin aplicador. Se recomienda utilizar el más bajo nivel de absorción para evitar el riesgo del síndrome de choque tóxico. Los tampones orgánicos son a penas más caros que los tampones convencionales.

Las esponjas naturales del mar

Como los tampones, las esponjas se deben cambiar unas horas después. Sin embargo, la esponja de mar no debe ser desechada. Podemos insertar otra o lavar la que se ha utilizado y volver a ponerla. Son totalmente naturales y biodegradables y no son tratadas con productos químicos o lejía. Deben lavarse en agua hirviendo entre los usos con métodos de limpieza naturales, como el bicarbonato de sodio, vinagre y agua. Un paquete de dos esponjas cuesta entre 7 y 12$ y se pueden utilizar más de ocho meses.

Mooncup Mooncup

Compresas reutilisables

Aunque técnicamente no son una alternativa a los tampones, ya que la mayoría de las mujeres usan tampones por su comodidad e invisibilidad, muchas utilizan la compresa por la noche. Existen dos versiones de compresas reutilisables, los calzoncillos todo en uno rembouré hechos a 100% de algodón orgánico que asegura comodidad y rendimiento excepcional. También hay compresas textiles que se utilizan como compresas normales, 100% de algodón orgánico, se lavan a mano o a máquina.

Las copas menstruales

La copa menstrual fue inventada en los años 30. Gano en popularidad debido al aumento de enfermedades transmitidas sexualmente y de la toma de conciencia pública sobre la presencia de dioxinas en los tampones.

Las copas menstruales recogen el líquido, por lo general retienen más del doble de la cantidad retenida por los tampones y no presentan ningún riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Pueden ser usadas el doble de tiempo. A pesar de forzar a la mujer a un contacto más íntimo con su cuerpo y con su sangre, no plantean ningún riesgo, son económicas, ambientalmente benignas y requieren poco mantenimiento, son flexibles y se pueden encontrar en la mayoría de las drogueries.
Sin embargo, son un poco más caras que los tampones convencionales. No protegen contra el embarazo y ni contra las enfermedades sexualmente transmisibles. Como se pueden usar durante aproximadamente 12 horas, la mayoría de las mujeres deben vaciarlas solamente dos veces al día, mañana y tarde. Cuestan más o menos 38$, pero se pueden utilizar durante más de 10 años. Mientras que 10 años de Tampax cuesta aproximadamente de 600$ !

Mooncup

La decición es simple, a ti de actuar

Las dioxinas se asienta en el tejido adiposo femenino y causan muchas enfermedades irreversibles y a menudo fatales. La presencia de fibras sintéticas en la vagina crea un ambiente ideal para el crecimiento bacteriano que causa el síndrome de choque tóxico. Todos estos factores, combinados con la absorción de los residuos de fibras químicas en la sangre, hacen parte de una sopa tóxica aterradora que los tampones Tampax saben muy bien cocinar!

Las opciones en higiene femenina son personales y cada mujer debe decidir qué es lo mejor para ella. Es reconfortante saber que hay muchas opciones disponibles. Después de recuperarme de la conmoción inicial de aprender lo que se esconde en las bonitas botellas de mis cosméticos que están en mi armario y los productos peligrosos para la salud que están en ellas, tengo que decidir qué voy a hacer de ellos. Reemplazar los productos que uso todos los días, tales como la pasta de dientes y el desodorante. En cuanto a los cosméticos y champús, tengo la intención de reducir tanto la frecuencia de uso así como las cantidades utilizadas, ya que la sustitución de una sola vez sería innecesario y costoso. En cuanto a los pequeños tampones tóxicos y letales que permanecen en mi caja de Tampax, quedaran fuera de mi cuerpo!

A pesar de que eliminar todas las toxinas presentes en nuestro medio ambiente este fuera de nuestro control individual, informarnos sobre cómo podemos reducir o eliminar las que conocemos marca una diferencia para nuestra salud, así como para la salud de nuestro planeta y la de las generaciones futuras.

¿Y vosotros, que utilizáis? ¿Tenéis alguna mala experiencia relacionada con el uso de algún producto higiénico?



Nota: todas las imagenes que aparecen en este articulo fueron encontradas en internet. Si por si acaso los autores leen el artículo y no estan deacuerco con la utilización que hago de ellas por favor contactarme y las quitare enseguida
 

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