Los vegetarianos forman un lobby
SOCIEDAD
Un lobby es una estructura organizada para defender los intereses de un grupo particular. Para ello, se llevan a cabo intervenciones para influir directa o indirectamente en la elaboración, aplicación o interpretación de la legislación, y de manera general, para cualquier acción o decisión de los poderes públicos. En este sentido, cualquier asociación o grupo que lleva a cabo acciones de comunicación, obviamente, pueden ser calificados como lobbys.
Sin embargo, la existencia y la influencia de un "lobby vegetariano" son ampliamente fantaseados y forman parte de los elementos de lenguaje empleado por los verdaderos lobbys de la explotación animal (Centro de Información de la carne Interbev, CERIN... ), que poseen a su vez los recursos financieros y el apoyo político así como los medios de comunicación. Los vegetarianos forman parte de un grupo muy diverso, sólo una minoría de ellos hacen campaña activamente dentro de pequeñas estructuras sin fines de lucro, financiadas por sus miembros y dirigidos por apasionados (en Francia, la Asociación Vegetariana de Francia cuenta con apenas unos pocos miles de miembros, y L214, más o menos mil).
Los vegetarianos, a diferencia de la industria agroalimentaria, no tienen intereses económicos que defender. No tienen nada que ganar pero militan con los medios que tienen, para una toma de conciencia ética.
Los vegetarianos son una minoría, tienen un peso económico insignificante, poca o ninguna atención mediática, y ninguna conexión con grupos políticos. Ellos son en realidad poca cosa frente al poder de intervención del sector industrial de la carne y de la leche y de manera más global, de la industria agroalimentaria y farmacéutica, que basan sus prácticas y sus beneficios a coste de la explotación animal.
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